Los últimos momentos del Papa Francisco: «Quiero morir en casa»

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El pontífice falleció en paz, rodeado de sus seres más cercanos, cumpliendo su voluntad de no ser hospitalizado

En la serenidad de su residencia en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco partió este domingo a las 7:35 de la mañana, cumpliendo un deseo que repitió en vida una y otra vez: morir en casa, no en un hospital.

Según confirmó el Vaticano, la causa fue un ictus que lo dejó en coma, seguido poco después por una parada cardíaca. El doctor Sergio Alfieri, uno de sus médicos personales y testigo de sus últimos instantes, relató que el Papa ya no respondía a ningún estímulo cuando llegó a su lado. “Tenía los ojos abiertos. Lo llamé, pero no contestaba. Estaba en coma”, recordó.

La alerta la dio su asistente personal de salud, Massimiliano Strappetti —a quien Francisco consideraba “como un hijo”—, tras notar un deterioro repentino en su estado de salud. Fue él quien avisó a Alfieri a las 5:30 de la mañana: “El Santo Padre está muy enfermo. Tenemos que volver al Gemelli”, dijo, refiriéndose al hospital en Roma donde el Papa fue tratado en otras ocasiones. Pero no hubo traslado.

“El Papa había dejado claro que no quería ser intubado, ni hospitalizado. Quería morir en casa. Sabíamos que correríamos el riesgo de que muriera en el camino, y así se respetó su voluntad”, explicó el médico.

Durante su última estancia en el hospital Gemelli, Francisco reiteró su negativa a tratamientos invasivos: “Le habría ayudado a respirar, pero habría sido difícil extubarlo después, con los pulmones infectados”, explicó Alfieri.

Sus últimos días estuvieron marcados por una calma especial. En una señal que hoy cobra un nuevo significado, el Papa decidió dar una vuelta entre los fieles en la Plaza de San Pedro durante el Domingo de Resurrección, algo inusual en su estado. “Es como si, acercándose al final, hubiera decidido hacer lo que tuviera que hacer”, añadió el médico.

El doctor Alfieri cree que el infarto cerebral fue fulminante. “Fue uno de esos episodios que te arrebatan en una hora. Tal vez se formó un émbolo, o una hemorragia cerebral. A su edad y con movilidad reducida, el riesgo era alto”, explicó.

Francisco murió en paz, fiel a su estilo de vida humilde y cercano. En su última decisión, reafirmó lo que siempre predicó: vivir —y morir— con dignidad y sencillez.

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