Miles de personas despiden a Benedicto XVI en la plaza San Pedro

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EFE.- Miles de personas despidieron al papa emérito Benedicto XVI, de quien Francisco destacó su “sabiduría” durante la homilía de la misa funeral, en la plaza de San Pedro del Vaticano. Unas 50.000 personas le dieron el adiós a Benedicto XVI, antes de ser enterrado en la tumba que perteneció a su admirado Juan Pablo II.

En lo que es casi una circunstancia inédita en la historia de la Iglesia católica, el pontífice argentino presidió el funeral de su predecesor, fallecido el 31 de diciembre de 2022, a los 95 años.

Ocurrió una década después de su histórica renuncia al pontificado. Las exequias del papa alemán, que concelebraron 130 cardenales, 400 obispos y 4.000 sacerdotes, fueron muy similares a los de los anteriores pontífices, aunque con algunas diferencias al no ser Benedicto XVI papa “reinante”.

Por ejemplo, en el Vaticano no se declaró día de luto y todo permanece abierto. El féretro con los restos mortales fue trasladado a hombros por 12 “sediarios”, los portadores de las antiguas Sillas Gestatorias, hasta el atrio de una plaza de San Pedro envuelta por una densa niebla desde el interior de la basílica.

Allí se instaló la capilla ardiente, visitada por cerca de 200.000 personas durante los tres días previos al funeral. Un fuerte aplauso acogió la aparición del ataúd, ubicado delante del altar, mientras sonaban las campanas y el secretario personal de Benedicto XVI, monseñor Georg Ganswein, colocaba sobre él un libro de los Evangelios abierto.

El papa Francisco destacó la “sabiduría, delicadeza y entrega” que Benedicto XVI “supo esparcir a lo largo de los años” en su homilía. Tras el funeral, los restos fueron trasladados a las Grutas Vaticanas, bajo la basílica de San Pedro y donde están enterrados los papas, para ser exhumados en la tumba que perteneció a san Juan Pablo II, por expreso deseo de Ratzinger.

La cifra de 50.000 asistentes estuvo muy por debajo de las primeras estimaciones. Según la jefatura de la Policía de la capital italiana, se preveía unas 200.000 personas en la capilla ardiente. Al no tratarse de un funeral de Estado, las autoridades acudieron a título personal y solo dos delegaciones tuvieron carácter de oficial, la de Italia y la del país natal de Ratzinger, Alemania, encabezadas por sus presidentes, Sergio Mattarella y Frank-Walter Steinmeier.

Entre los dignatarios de 20 países presentes estuvieron la reina emérita doña Sofía de España, los monarcas Felipe y Matilde de Bélgica o el canciller colombiano, Álvaro Leyva Durán. También el presidente de Polonia, Andrzej Duda; la de Eslovenia, Natasa Pirc Musar; el de Togo, Faure Essozinma Gnassingbe, y la de Hungría, Katalin Novak. También le puede interesar

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