Esta Noche de viernes se llevó a cabo la celebración de la Santa Misa de Navidad, en la Catedral de Monterrey, presidida por el nuestro pastor.

El Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, invitó durante la homilía a contemplar al Niño de Belén.

“Les pido contémplenos al Niño en Belén, este Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre; es decir un niño querido, amado, acariciado, cuidado por sus padres”.

“Belén es un himno a la vida, es un himno a la niñez, al amor paterno, al amor materno, todos compartimos este gozo; quien ve a un niño no puede no quedar admirado, estupefacto de la belleza de la vida, pero este Niño, recostado en un pesebre y envuelto en pañales ya es un anuncio profético del acontecimiento trascendente de nuestra fe, la fiesta de la Pascua”.

Finalmente, el Arzobispo resaltó los regalos que nos da el Niño Jesús.

“Tres regalos nos da el Niño Jesús: la vida, la luz y la paz. Esos regalos que también nosotros tenemos que compartir, tenemos que favorecer la vida, tenemos que estar iluminados e iluminar a los hermanos, pero también tenemos que ser promotores de paz”.