Johnson impone un mes de confinamiento severo en Inglaterra
Boris Johnson ha escuchado finalmente a los científicos y asesores que le exigían ir más allá en las medidas de restricción social frente a la segunda ola del coronavirus.
El primer ministro ha confirmado este sábado, en una rueda de prensa anunciada con pocas horas de antelación, un confinamiento severo en toda Inglaterra por el plazo de un mes. Escocia, Gales e Irlanda del Norte disponen de autonomía en esta crisis sanitaria, aunque ya se han adelantado al Gobierno central en endurecer sus propias medidas.
El segundo confinamiento comenzará el próximo jueves y se prolongará como mínimo hasta el 2 de diciembre. Johnson renuncia finalmente a la estrategia regional contra la pandemia, diseñada para evitar daños mayores a la economía pero que ha acabado por propiciar agravios regionales y confusión en la ciudadanía.
Además de resultar de escasa eficacia ante la propagación de una enfermedad que, según los propios científicos que asesoran al Gobierno, podría sumar este invierno 85.000 muertes a las 60.000 ya registradas en el Reino Unido. Más de 9.000 enfermos de la covid-19 se hallan ya hospitalizados en toda Inglaterra.
“Debemos ser humildes ante la fuerza de la naturaleza”, ha admitido Johnson. “En este país, como en el resto de Europa, el virus está propagándose más rápido incluso de lo previsto en los peores escenarios manejados”.
Bajo las nuevas restricciones, los pubs, bares y restaurantes permanecerán cerrados. Las tiendas y comercios, salvo aquellas que vendan bienes de consumo necesarios (básicamente supermercados) cesarán también su actividad.
Se urgirá a los ciudadanos a permanecer en sus casas y optar por el teletrabajo, siempre que sea posible.
El Gobierno quiere preservar abiertos a toda costa colegios y universidades, a pesar de que el índice de contagios se ha disparado en las últimas semanas en la educación secundaria, y lleva ya más de un mes fuera de control en los campus del país.
Se vuelve a las restricciones de movimiento de la primera ola, con algunas excepciones. Una hora al día de ejercicio, con la posible compañía de una persona procedente de otra vivienda.
Y “burbujas de apoyo” entre hogares, si en uno de ellos vive una sola persona (abuelos, o parejas de distinta residencia).