Irán condena a muerte a un popular rapero
CIUDAD DE MÉXICO (France24).- Un tribunal iraní condenó a la pena capital al popular rapero Toomaj Salehi, encarcelado desde hace más de año y medio por apoyar las protestas nacionales desencadenadas tras la muerte de Mahsa Amini, informó el miércoles 24 de abril su abogado. Amini murió en custodia de las autoridades iraníes luego de ser detenida por la Policía de la Moral, que rutinariamente arresta a mujeres que considera no cumplen con la ley obligatoria sobre uso del velo.
Toomaj Salehi, de 33 años, fue detenido en octubre de 2022 tras respaldar públicamente la oleada de manifestaciones que estallaron un mes antes, desencadenadas por la muerte —en custodia de las autoridades iraníes— de Mahsa Amini, una mujer de 22 años, miembro de una minoría kurda iraní, que había visitado Teherán junto a su hermano y que fue detenida por la Policía de la Moral por una supuesta infracción de las estrictas normas de vestimenta de las mujeres de la República Islámica.
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La detención de Salehi se produjo poco después de que concediera una entrevista muy crítica con el régimen a la Canadian Broadcasting Corporation. «Nos enfrentamos a una mafia que está dispuesta a matar a toda la nación, con tal de conservar su poder, su dinero y sus armas», declaró Salehi en la entrevista.
En principio considerada una desaparición forzada, su detención fue oficializada luego, tras aparecer en un video publicado el 2 de noviembre por medios de comunicación estatales iraníes. El vídeo, de una supuesta confusión, mostraba las primeras imágenes de Salehi tras su arresto. En él aparecía un hombre tatuado, con una camiseta negra sin mangas, sentado en el suelo, con los ojos vendados y aspecto ensangrentado y magullado.
Activistas de derechos humanos condenaron la grabación por considerarla una confesión forzada. Salehi es una de las numerosas personalidades detenidas en el marco de la represión masiva, en la que han sido arrestados decenas de periodistas, abogados y personalidades de la sociedad civil y la cultura.
Salehi fue detenido inicialmente en octubre de 2022 tras hacer declaraciones públicas en apoyo de las protestas a escala nacional. Fue condenado en 2023 a seis años y tres meses de prisión, pero evitó la pena de muerte gracias a una sentencia del Tribunal Supremo.
«La sección 1 del Tribunal Revolucionario de Isfahan condenó a muerte a Salehi por el cargo de corrupción», declaró el abogado de la cantante, Amir Raisian, citado por el diario reformista Shargh. El tribunal, «en un movimiento sin precedentes, subrayó su independencia y no aplicó la sentencia del Tribunal Supremo», dijo el abogado, añadiendo que «sin duda» recurrirá la sentencia.
«El hecho es que el veredicto del tribunal tiene claros conflictos legales. El Tribunal Supremo, como autoridad de apelación, había revisado el caso y emitido una resolución al tribunal inferior para eliminar los defectos de la sentencia», dijo.
«La contradicción con la sentencia del Tribunal Supremo se considera la parte más importante y al mismo tiempo la más extraña de este fallo», explicó.
El Tribunal Revolucionario había acusado a Salehi de «ayuda a la sedición, reunión y confabulación, propaganda contra el sistema y llamamiento a los disturbios». Salehi fue puesto en libertad bajo fianza el 18 de noviembre, dijo Raisian entonces, añadiendo que el Tribunal Supremo había encontrado «defectos en la sentencia inicial» de seis años de cárcel.
El rapero volvió a ser detenido menos de dos semanas después.
Patrullas del hiyab
Las acusaciones iniciales contra Salehi incluían difundir «mentiras en internet» y «propaganda contra el Estado», así como incitar a la gente a la violencia y «haber formado y dirigido grupos ilegales con el objetivo de perturbar la seguridad en cooperación con un gobierno hostil» a Irán.
Otro cantante, Mehdi Yarrahi, que apoyaba el movimiento de protesta y criticaba las normas de vestimenta obligatorias para las mujeres, fue condenado a un total de dos años y ocho meses de prisión.
En los meses de disturbios que siguieron a la muerte de Amini, el 16 de septiembre de 2022, murieron cientos de personas, entre ellas decenas de miembros del personal de seguridad, y miles más fueron detenidas.
Las autoridades iraníes calificaron las protestas de «disturbios» y acusaron a los enemigos extranjeros de Teherán de fomentarlos. Nueve hombres han sido ejecutados en casos relacionados con las protestas, por homicidios y otros actos de violencia contra las fuerzas de seguridad.
Tras la muerte de Amini, un número creciente de mujeres empezaron a aparecer en público por todo el país sin respetar el código de vestimenta y la Policía de la Moral había mantenido un perfil bajo.
Sin embargo, desde el 13 de abril, la Policía iraní ha empezado a endurecer los controles sobre las mujeres que ignoran las normas desplegando furgonetas patrulla en las principales plazas de Teherán, según los medios locales.
Los medios de comunicación informaron que la Policía de la capital había lanzado una campaña con el nombre en clave «Noor», palabra persa que significa luz, en su empeño por redoblar la represión contra quienes incumplen el código de vestimenta, conocido como hiyab, que obliga a las mujeres a cubrirse el pelo y el cuerpo en espacios públicos.
En un esfuerzo por castigar a quienes infringen las leyes sobre el hiyab, las autoridades también han cerrado cafés y restaurantes donde aseguran no se respetaba el uso del hiyab.