CIUDAD DE MÉXICO (AP).- Millones de espectadores a lo largo de un estrecho corredor que se extiende desde México hasta Estados Unidos y Canadá esperaban ansiosamente un espectáculo celestial el lunes —un eclipse total de Sol— pese a que los meteorólogos han pronosticado un cielo nublado.

Promete ser el mayor eclipse jamás visto en América del Norte, gracias a la trayectoria densamente poblada y al atractivo de más de cuatro minutos de oscuridad al mediodía en Texas y otros lugares. Casi todos en América del Norte tienen garantizado al menos un eclipse parcial. 

Para el eclipse total del lunes, se prevé que la Luna pase justo por delante del Sol, lo que bloqueará su luz por completo. El crepúsculo resultante, en el que sólo es visible la atmósfera solar, o corona, durará el tiempo suficiente como para que aves y otros animales guarden silencio, y para atisbar planetas, estrellas e incluso un cometa.

El fenómeno, que dura cinco horas desde que la Luna empieza a cubrir el Sol hasta el final, comienza en el Pacífico y se verá primero en tierra en Mazatlán, México, antes de seguir hacia Texas, Oklahoma, Arkansas y otros 12 estados en las regiones centro norte y atlántica central de Estados Unidos, Nueva Inglaterra, y después Canadá. Su última parada será Terranova, donde terminará el eclipse sobre el Atlántico Norte.

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