Emiten recomendaciones para protegerse ante altas temperaturas
Ante el pronóstico de temperaturas que superarán los 40 grados centígrados en los próximos días, la Secretaría de Salud emitió una serie de recomendaciones a la ciudadanía para evitar afectaciones por deshidratación y golpe de calor.
La titular de la dependencia, Alma Rosa Marroquín Escamilla, exhortó a la población a mantenerse hidratada con agua simple y/o Vida Suero Oral y evitar las bebidas azucaradas y alcohólicas.
También recomendó, en la medida de lo posible, no exponerse directamente al sol por periodos prolongados, especialmente entre las 11:00 y 17:00 horas.
“La próxima semana particularmente el pronóstico es de altas temperaturas y la estrategia es trabajar de forma conjunta y en lo individual identificar si existe algún riesgo solos de algún grupo vulnerable niños, adultos mayores, personas con diabetes, con alguna enfermedad renal.
“Mantenernos bien hidratados, y bien hidratados me refiero al consumo de agua o de electrolitos, no de bebidas azucaradas, ni de alcohol, porque todas estas bebidas nos deshidratan”.
Marroquín Escamilla recordó que el Gobierno del Estado cuenta con más de 200 puntos permanentes de hidratación para mitigar las altas temperaturas.
Detalló que en lo que va de la temporada se han registrado 82 fallecimientos por deshidratación y golpe de calor, por lo que exhortó a la ciudadanía a seguir las medidas preventivas.
Para quienes practican ejercicio al aire libre, se exhorta a realizarlo en las primeras horas del día o al anochecer, además de complementar la hidratación con electrolitos.
También se sugiere vestir con ropa ligera y en colores claros, y usar protector solar para evitar quemaduras y daños en la piel.
Ante el menor síntoma de deshidratación como boca seca, cansancio o fatiga, dolor de cabeza, ojos hundidos, piel caliente, seca y enrojecida, incremento de la temperatura corporal, se recomienda hidratarse con agua simple y/o electrolitos y acudir a consultar para evitar complicaciones mayores como pueden ser pérdida del conocimiento, confusión, aceleramiento de los latidos del corazón, problemas para respirar, espasmos o convulsiones.