Por: Osvaldo Díaz

Tras haber asesinado a su propia hija a golpes, los padres de la pequeña Jennifer fueron sentenciados a 45 años y tres días de prisión.

Un juez de control los encontró culpables por los delitos de feminicidio y violencia familiar a San Juana Guadalupe Piña Gutiérrez de 24 años de edad y Christian Alfonso Ortega Armijo de 30.

La víctima era Jennifer Milagros, una niña de tan solo cinco años quien murió por los golpes recibidos en cráneo, cervicales y columna.

Los hechos ocurrieron en abril del año pasado al interior de un domicilio de la colonia Valle de Santa María del municipio de Pesquería, Nuevo León.

Aunque quien golpeó brutalmente a la niña fue su padrastro Christian, el juez dio la misma sentencia San Juana Guadalupe, al considerar que por ser la madre era su obligación legal y moral brindarle atención y protejer la vida de la niña.

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