Un burrito para trasladarse, muchas ganas y un maestro con mucha vocación
Por: Osvaldo Díaz
A consecuencia de la pandemia, la situación escolar en las zonas rurales de Nuevo León cambiaron y para que los niños no se queden sin sus estudios muchos maestros tuvieron que adaptar medidas para poder cumplir con el programa educativo.
Esto lo ponen en práctica cada semana Erick y Aryelline, dos niños que ante requerían de dos horas para ir y venir en un burrito a clases hasta la comunidad los Ángeles en el municipio de Linares, Nuevo León, cerca de la Sierra Madre.
Desafortunadamente por el Covid-19 todo se suspendió y las cosas cambiaron.
Ellos son originarios de la comunidad El Refugio, lugar en donde carecen de energía eléctrica y no hay escuela.
Decididos a cumplir con su escuela junto con su maestro a quien ellos le llaman Profe Cuco se programó con ellos para verse en un punto y poder explicarles las clases y entregarles el material de la semana para que trabajen.
El profe Cuco es originario del municipio de Hualahuises, Nuevo León.
El tiene que sacar copias hacer cuestionarios y preparar el material para sus 12 alumnos de primero a sexto grado, porque es el único maestro al ser una escuela unitaria.
El está consciente de las necesidades de sus alumnos, y por eso semana tras semana se toma el tiempo para que sus alumnos cumplan con el calendario escolar y puedan concluir con sus estudios.
Es por eso que Erick y Anyelline cada semana toman su burro para entregar sus tareas y recoger el nuevo material y acabar satisfactoriamente con su escuela.
