Urge Congreso de NL campañas de prevención ante aumento de violencia familiar
Ante el incremento de casos violencia familiar y delitos de violencia contra mujeres durante la pandemia sanitaria, la Diputada Karina Barrón exhortó al Gobierno del Estado para que realice campañas de difusión y prevención en medios de comunicación y redes sociales, a fin de orientar a las víctimas.
Al hacer uso de la tribuna, la legisladora pidió que en las campañas de difusión se incluya el nombre de las instancias, dependencias y organismos a los que pueden acudir las víctimas de violencia familiar o de género.
«De nada sirve tener que la Presidenta del Instituto Estatal de las Mujeres tenga un Plan de Acción y Atención Emergente durante la Pandemia por COVID-19, si las mujeres víctimas de violencia no lo conocen», manifestó la Diputada priísta.
«Le hemos solicitado, tanto al Gobernador como al Secretario de Salud, que den a conocer dicho Plan de Acción, pero hasta el día de hoy no ha ocurrido», aseguró Barrón.
La también Presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género detalló que, de acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, al 30 de septiembre del año en curso, Nuevo León ocupa los primeros lugares en la comisión de delitos contra las mujeres, al registrar el cuarto lugar en feminicidios; cuarto en llamadas de emergencia por Violencia Familiar y segundo en el delito de violencia familiar.
«Es necesario que el Secretario de Salud en su conferencia diaria dé a conocer los números telefónicos del Instituto Estatal de las Mujeres y de la Fiscalía General de Justicia del Estado, para recepción de denuncias y orientación en casos de hechos presuntamente delictivos, así como el servicio de recepción virtual denuncias y orientación; el número 911 como línea de atención de emergencia, así como que se dispone de Refugios para su protección», solicitó.
Barrón mencionó que, en Nuevo León, algunas mujeres no tienen acceso a internet y no pueden salir de sus hogares, ello aumenta el nivel de ansiedad y estrés que vuelve el encierro como un clima propicio para detonar la violencia.