Anuncia Arquidiócesis de Monterrey protocolos ante eventual regreso de fieles a actividades de la Iglesia
Aunque aún no existe una fecha establecida para el regreso de los fieles a las actividades de la iglesia católica en Monterrey, la Arquidiócesis estableció una serie de protocolos para el regreso.
En el documento de establece que el proceso de implementación de estos principios, normas y orientaciones es básico, por lo
que se debe estar listos para ayudar a las personas en el regreso gradual a las actividades pastorales.
Se señala tambien la importancia de minimizar riesgos, simplificando lo más
posible la operación parroquial, por lo que se recomienda lo siguiente:
A. Formar equipos de trabajo, capacitando adecuadamente tanto al personal que labora en la parroquia, como a los agentes de pastoral y voluntarios.
B. Disponer las instalaciones haciendo las adecuaciones necesarias.
C. Preparar el material necesario para la atención de las personas.
D. Comunicar oportunamente, con los medios que se dispongan, aspectos evangelizadores
y catequéticos para el regreso gradual a las actividades pastorales.
1. Respetar el aforo máximo permitido por la autoridad estatal para el lugar de
reunión (templo, salón, auditorio, oficina, espacio abierto, etc.), adaptándose según
el curso de la pandemia.
Para esto es necesario:
A. Definir el aforo máximo permitido para el lugar de reunión.
B. Diseñar una logística de acceso y salida al lugar de reunión.
Podría ayudar, además:
• Sacar bancas o asientos del lugar de reunión para favorecer el acceso y el acomodo de las
personas.
• Tener un solo acceso al templo, con filtro de higiene y varias salidas.
• Donde sea posible, usar el termómetro (sin mercurio), puede ser digital o infrarrojo,
siguiendo las indicaciones de la autoridad sanitaria.
• Al completarse el porcentaje de aforo máximo permitido, ofrecer otro espacio para
participar de la celebración a través de una proyección en pantallas (escalones, atrio,
estacionamiento, auditorio, salones, etc. con el equipo técnico necesario).
2. Conservar la sana distancia mínima de 1.5 m en cualquier dirección entre las
personas, en todas las áreas del lugar de reunión (templo, salón, auditorio, oficinas, espacios abiertos.
Para esto es necesario:
A. Revisar la separación entre las bancas o asientos, marcando el lugar donde debe sentarse
cada persona, con excepción de los niños o personas con discapacidad que pueden ir
acompañados.
B. Las personas que viven en una sola casa pueden sentarse juntos en la misma banca o fila.
C. Marcar en el suelo las áreas donde las personas podrían hacer una fila para asegurar la
sana distancia (por ejemplo, esperando para confesarse o recibir la Comunión).
Podría ayudar, además:
• Cerrar con cinta de precaución o similar, las filas de bancas o asientos que no se vayan a
necesitar, con el fin de guiar a las personas a sentarse en donde corresponde (por ejemplo,
permitir sentarse cada tercera fila).
• Despedir a los asistentes por filas para evitar la aglomeración.
3. Procurar la higiene en general de las personas, de los objetos y de las áreas del lugar
de reunión (templo, salón, auditorio, oficina, espacio abierto, etc.).
Para esto es necesario:
A. Ofrecer gel antibacterial o algún desinfectante similar.
B. Limpiar frecuentemente los objetos y lugares de reunión.
C. Evitar distribuir misales, hojas dominicales o de cantos, revistas, boletines, volantes, etc.
D. Tener carteles visibles dentro y fuera del lugar de reunión promoviendo las medidas de
higiene en general.
Podría ayudar, además:
• Procurar mantener bien ventilado el lugar de reunión.
• Mantener abiertas las puertas de entrada y salida para evitar que las personas las toquen
o bien, alguien podría encargarse de abrir y cerrar usando guantes.
• Habilitar un paño o tapete húmedo con agua y cloro para que las personas desinfecten sus
zapatos al ingresar al lugar de reunión.
• Vaciar las pilas de agua bendita que de ordinario se encuentran a la entrada del templo.
• Capacitar adecuadamente al personal y a voluntarios para la adecuada limpieza del lugar
de reunión antes y después de usarse.
4. Usar obligatoriamente cubrebocas en todo momento.
Para esto es necesario:
A. Llevar puesto el cubrebocas obligatoriamente al momento de llegar al lugar de reunión y
conservarlo durante todo momento.
B. Impedir el acceso de las personas sin cubrebocas, aún y cuando lleve careta de protección facial.
• Tener cubrebocas de reserva para ofrecer a quien no lleve.
5. Atender con amabilidad y respeto a las personas, siendo hospitalarios.
Para esto es necesario:
A. Ofrecer la atención debida a quien lo necesite, resolviendo las necesidades e inquietudes
que generen estas normas.
B. Evitar hacer distinción de personas.
C. Todos tienen derecho ingresar, respetando las normas establecidas dada la emergencia
sanitaria.
Podría ayudar, además:
• Ofrecer información adicional en carteles dentro y fuera del templo o lugar de reunión.
• Ofrecer información y tutoriales a través de los medios de comunicación y digitales.
ORIENTACIONES
1. Para las celebraciones litúrgicas en general.
• Ser breves, sin olvidar la dignidad, el decoro y las rúbricas establecidas.
• El celebrante, guardando la sana distancia, no usará cubrebocas o guantes, salvo en los
casos en que se requiera estar cerca de las personas.
• Procurar que esté en la sacristía solo el personal necesario.
• Que participen solo los acólitos, monaguillos y otros ministros estrictamente
indispensables, sin realizar procesiones.
• La aspersión con agua bendita hágase con agua siempre limpia y bendecida para tal
efecto.
• Los sacerdotes mayores han de extremar sus cuidados, presidiendo la celebración solo
cuando sea necesario. Al hacerlo, busquen apoyarse en diáconos o ministros para ciertos
momentos (por ejemplo, al dar la comunión).
• Revisar la conveniencia de solicitar apoyo a sacerdotes religiosos que no están asignados
a parroquias para apoyar en las comunidades donde los sacerdotes son mayores.
• Revisar la conveniencia de asignar temporalmente a sacerdotes jóvenes como apoyo a los
sacerdotes mayores a manera de capellanes temporales.
• Conviene nombrar equipos provisionales de liturgia y ministros extraordinarios de la
comunión.
• Las unciones en el Bautismo y en la Confirmación, así como la Unción de los enfermos,
puede hacerse mediante algodón, hisopo o cotonete, que se incinere al terminar. En todos
los casos, si se unge con la mano, debe conservarse la higiene antes y después de las
unciones lavándose las manos o utilizando gel.
• Se suspenden las procesiones dentro y fuera del templo.
2. Para la celebración de la Eucaristía diaria y dominical.
• Limpieza en el cuidado de los vasos sagrados y ornamentos.
• Evitar los coros en la celebración, se recomienda que cante una sola persona.
• El sacerdote celebrante desinfectará sus manos en el ofertorio y antes de dar la comunión.
Los demás ministros de la comunión antes y después de distribuirla.
• Las ofrendas deben estar cubiertas antes y durante la plegaria eucarística, el cáliz con la
palia y los copones con un paño o velo apropiado.
• Evaluar la conveniencia de establecer horarios de Misa, apropiados para hermanos
mayores, como se ha hecho en supermercados.
• La colecta se realizará a la salida de la misa o se puede invitar a que la coloquen
directamente en las alcancías.
• Donde se pueda, promover la ofrenda en línea.
• El saludo de la paz se sustituye por un gesto evitando el contacto directo.
• El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará
de forma colectiva después de la respuesta “Señor no soy digno…”, distribuyéndose la
Eucaristía en silencio y en la mano sin excepción.
• La Sagrada Comunión se dará en la mano, los ministros no deberán usar guantes.
• Ante la posibilidad de que las misas establecidas no sean suficientes para que participen
todos los fieles, se pueden agregar algunas celebraciones de la Palabra con distribución
de la comunión, celebradas por ministros laicos.
• En el caso de concelebraciones, la comunión será por intinción de tal modo que el último
comulgante purifique el cáliz.
3. Para el Sacramento de la Reconciliación.
• Es probable que después de estas semanas en las que se suspendió la administración el
sacramento de la reconciliación, nos encontremos con una cantidad muy grande de fieles
que quieran confesarse. Ante la imposibilidad de atenderlos a todos de manera pronta,
convendrá recordarles la doctrina católica sobre la contrición perfecta, cómo ésta perdona
también los pecados mortales, si comprende la firme resolución de recurrir tan pronto sea
posible a la confesión sacramental (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1452).
• En caso de que surja la necesidad repentina de impartir la absolución sacramental a varios
fieles juntos, el sacerdote está obligado a avisar, en la medida de lo posible, al obispo
diocesano o, si no puede, a informarle cuanto antes (cf. Ritual de la Penitencia, n. 32).
• Ha de llevarse a cabo en un espacio amplio y ventilado, donde se mantenga la sana
distancia asegurando la confidencialidad.
• Tanto el fiel como el confesor deberán llevar cubrebocas obligatoriamente.
• Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies.
• Se recuerda que no es posible administrar el sacramento de la Penitencia, al igual que los
demás Sacramentos, por medios digitales y/o electrónicos.
Para el Sacramento del Bautismo.
• Rito de acogida (cf. Ritual del Bautismo de niños, n. 111): Después de las palabras “N.,
la Iglesia de Dios…”, el celebrante hace el signo de la cruz sobre el (los) bautizando(s)
sin contacto físico (tal como se haría en el Bautismo para un gran número de niños); los
papás y padrinos podrán hacer la señal de la cruz sobre la frente del niño, según la
prudencia, o igualmente trazar solo la cruz sobre él (ella).
• Exorcismo (cf. Ritual del Bautismo de niños, n. 115): Después del Exorcismo, el
celebrante puede omitir la unción con el óleo de los catecúmenos e impone las manos
sobre el (los) bautizando(s) sin contacto físico, diciendo: “Que los fortalezca la fuerza de
Cristo Salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos”.
• Bautismo: Se utilice una jarra, en la cual se bendecirá el agua, y de esta misma se
derramará el agua las tres veces sobre la cabeza del niño. Esta agua será vertida
inmediatamente después de terminada la celebración en la tierra (no en el drenaje).
• Unción con el santo Crisma (cf. Ritual del Bautismo de niños, n. 125): Se puede omitir
la unción con el Crisma, diciendo una sola vez para todos los bautizados: “Dios
todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que los ha librado del pecado…”.
Podría también conservarse la unción con el Crisma, haciéndose mediante un algodón,
hisopo o cotonete, que se incinere al terminar; o bien, al menos, usando gel antibacterial
inmediatamente antes y después de la unción.
• Effetá (cf. Ritual del Bautismo de niños, n. 101): Es conveniente omitir el rito del Effetá.
5. Para la celebración de la primera confesión, confirmación y primera comunión.
• Estas celebraciones sacramentales están directamente relacionadas con el desarrollo de
la catequesis infantil. Para realizarlas, es necesario que el pastor de almas, ayudado por
los responsables de la catequesis infantil, tenga la certeza de la adecuada preparación de
los niños, de sus papás y sus padrinos.
• Para esto se sugiere buscar un momento de formación intensiva en el verano o posponer
un mes el inicio del nuevo ciclo 2020-2021 y tener tiempo de cerrar el ciclo 2019-2020
en el mes de Septiembre (cfr. Las determinaciones de la fase 3 de la contingencia dadas
por el Arzobispo de Monterrey, 23 de abril de 2020). En este tiempo se buscaría no sólo
cumplir con la asimilación de determinados contenidos, sino cerrar más saludablemente
el ciclo tanto para los niños como sus familias y los mismos catequistas.
• Conviene programar con serenidad las celebraciones de los sacramentos de manera
paulatina.
• No iniciar el siguiente ciclo de catequesis hasta que la Secretaría de Educación de Nuevo
León autorice el regreso a las actividades escolares.
Para el Sacramento del Matrimonio.
• Adecuar con flexibilidad el proceso de tramitación matrimonial (cfr. Las determinaciones
de la fase 3 de la contingencia dadas por el Arzobispo de Monterrey, 23 de abril de 2020).
• Evaluar la conveniencia de realizar el rito del matrimonio sin celebración de la Misa.
• El celebrante, dada la cercanía, conviene que use cubrebocas en el momento del rito, no
así los contrayentes.
• Los padrinos podrían llevar los anillos y las arras en su estuche sin tocarlos directamente,
de tal manera que los contrayentes los tomen.
• Los padrinos de lazo conviene que lo coloquen sobre los contrayentes, habiéndose
sanitizado las manos.
• Manténganse la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos,
recordando que esta firma no es obligatoria, así como en la entrega de la documentación
correspondiente.
7. Para el Sacramento de la Unción de los enfermos.
• Síganse las orientaciones ofrecidas por la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de
Monterrey (21 de marzo de 2020).
• Puede hacerse sin contacto con la persona enferma.
• Imposición de las manos: Se recomienda este gesto del rito sin contacto físico con el
enfermo.
• Unción (cf. Ritual de la Unción y el cuidado pastoral de los enfermos, n. 23): Podrá y
bastará solamente ungir la frente del enfermo, o alguna otra parte del cuerpo que se
considere conveniente mediante algodón, hisopo o cotonete, mientras se dice toda la
forma sacramental: “Por esta santa Unción…”.
8. Para la celebración de las Exequias.
• Sígase el protocolo de cuidados funerarios ofrecido por el Arzobispo de Monterrey (7 de
abril de 2020).
9. Para la Visita y Comunión a los enfermos .
• El ministro se lave o desinfecte las manos al llegar y retirarse de la vivienda.
• Al momento de administrar la Comunión, se tengan particulares cuidados de no tocar la
boca del enfermo.
• Para la administración del Viático, este sea llevado por el ministro ordenado y no uno
extraordinario.
10. Para celebración de Quince años o graduaciones.
• Síganse las orientaciones para la celebración de la Eucaristía.
11. Para la adoración del Santísimo, el rezo del Rosario u otros actos de piedad.
• Síganse las normas que aquí se presentan.
12. Para la atención en las oficinas parroquiales.
• Con el inicio del culto con participación de fieles se podrían abrir las oficinas siguiendo
las normas que aquí se presentan.
• En la atención de las personas para dirección espiritual o consejería, manténgase la sana
distancia, usando cubrebocas obligatoriamente. Al acabar, se aconseja reiterar la higiene
de manos y la limpieza de las superficies.
13. Para las reuniones de grupos parroquiales y realización de retiros espirituales.
• Sugerimos que en el corto plazo no se lleven a cabo reuniones de grupos parroquiales ni
retiros espirituales, debido a que la reactivación social es paulatina y continúa la
sugerencia de realizar sólo las salidas esenciales. Hemos de tener presente que las
personas mayores de 60 años conviene que sigan en casa y ocuparemos que los feligreses
más jóvenes participen en los equipos de servicios que se requerirán al reanudar la
celebración del culto con fieles.
14. Para la atención en la venta de artículos religiosos o libros.
• Síganse las normas que aquí se presentan, manteniendo además prácticas de higiene en
la entrega de artículos.
15. Para la atención en el manejo de alimentos.
• En el corto plazo no vemos conveniente la venta de alimentos como acción para
procurarse fondos.
• Si una comunidad prepara alimentos para la caridad, deben empacarse individualmente,
cuidando todas las medidas de higiene al prepararlos.
16. Para la celebración de fiestas patronales.
• Sugerimos que en el corto plazo no se lleven a cabo fiestas patronales debido a que es muy difícil poder garantizar los aforos adecuados y la sana distancia entre las personas.